Rafel Gili recogió la vara de mando de manos de la secretaria municipal. Foto: J.M.SASTRE

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Un pacto de «necesidad» para desbloquear la gestión del Ajuntament de Artà, convirtió ayer a Rafel Gili (UM) en el nuevo alcalde de la localidad, un cargo que ocupará hasta diciembre de 2005 en que será sustituido por su nuevo socio de gobierno, Josep Silva (PSOE), en virtud del acuerdo de gobierno entre estos dos partidos y el regidor de EU-EV, Julen Adrián.

En una repleta sala de plenos y en su primera intervención como nuevo presidente de la corporación municipal, Gili dijo que «Artà necesita futuro, no tenemos que mirar atrás». Pero es inevitable echar la vista atrás para entender la situación que ha llevado al cambio de alcalde. Atrás queda un año de un gobierno en minoría entre el PSOE y los Independents que tenían la Alcadía, un cargo que Margalida Tous abandonó ante la imposibilidad de aprobar los presupuestos municipales de este año. Ayer Gili se refirió al futuro apostando por «el trabajo» por el bien «de todos los vecinos de Artà y la Colònia de Sant Pere.

En las demás intervenciones, tanto Adriàn como Silva se refirieron a la «necesidad» de la existencia del nuevo pacto para dar estabilidad al Ajuntament. «Es una mayoría necesaria, un pacto que no va contra nadie sino a favor de todos», apuntó Silva. En la misma línea, Adriàn reconoció que «somos partidos muy diferentes» pero «hemos encontrado un elemento común que nos une; la voluntad de sacar al Ajuntament de Artà de la parálisis».

De hecho, el pacto incluye un protocolo que detalla los puntos donde más distanciados están los partidos y permite que alguno de sus integrantes vote en contra de alguna de las propuestas de sus socios sin que ello desestablize el pacto.

La ya ex alcaldesa, Margalida Tous, se ofreció a colaborar con el nuevo equipo de gobierno. En representación de los Independets Tous aseguró que «seguiremos con la nueva labor que, voluntariamente, nos hemos otorgado: la de velar por el buen gobierno del pueblo, la de velar para que todo aquello que, durante veinticinco años han construido los Independents, no se deshaga».