Varios vecinos de sa Pobla han manifestado a Ultima Hora su
indignación por el fuerte olor a estiércol que la semana pasada
invadió el municipio provocado por el abono de unas tierras de
cultivo de una finca situada en la carretera de Búger.
Según relatan los afectados, «el olor era tan fuerte que casi no
se podía respirar».
Aseguran que el olor provocó situaciones alarmantes como vómitos
a los niños que jugaban en el polideportivo, mareos a personas de
avanzada edad, e incluso la suspensión de cenas al aire libre «que
ante el pestilente olor tuvimos que anularlas», asegura una de las
afectadas. «Durante toda la noche y a pesar del calor tuvimos que
dormir con las ventanas cerradas».
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