Diariamente circulan por la carretera unos 15.000 vehículos, pero la carretera no está en buen estado.

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Un total de doce empresas optan a la ejecución del proyecto de acondicionamiento de la carretera sa Pobla-Alcúdia, una obra que comenzará antes de finalizar el año si se cumplen todos los plazos. En el concurso de la obra participan las constructoras más importantes tanto a nivel nacional como local. Así, se han presentado tres UTEs (Unión Temporal de Empresas) integradas por Llabrés Feliu-Amer hijos, Crespí-Sau y MAB-Aglomsa, así como las constructoras Coesa, Construcciones y Pavimentos Siquier, FCC, Melchor Mascaró, Acsa Agbar, Dragados, Baseosa, Comasa y Man. El proyecto de mejora de esta carretera tiene un presupuesto de 3'6 millones de pesetas y las empresas que optan a su ejecución han presentado una baja media de un 6 por ciento, según explicó a este diario Gonzalo Aguiar, director insular de Carreteres del Consell de Mallorca, organismo promotor de la obra viaria.

Precisamente el arreglo de la carretera sa Pobla-Alcúdia es el segundo «proyecto estrella» del Consell esta legislatura después de la carretera de Manacor. Las obras se realizarán en un tramo de carretera de 8'5 kilómetros entre sa Pobla y Alcúdia, donde de momento no se prevé ampliar la autopista. El proyecto prevé mantener la calzada de 7 metros (3'5 para cada uno de los carril) y los arcenes que, en la actualidad tienen de 0'5 a 1 metro, se ampliarán a 1'5 metros más cunetas de 0'75 metros. Además, se construirá una nueva rotonda. Las obras tendrán un plazo de ejecución de 18 meses y requerirán la expropiación de 92.730 metros cuadrados correspondientes a 112 parcelas. Las expropiaciones también afectarán a algunas edificaciones. La valoración económica de los terrenos es de 591.180 euros.

Por esta carretera transitan diariamente del orden de 15.395 vehículos y la circulación se complica mucho más en verano. Entre 1996 y 2001, se han producido numerosos accidentes en esta carretera con el resultado de 84 víctimas. La carretera Inca-Llubí (PM-344), concretamente en el tramo situado entre la bifurcación hacia Muro y el pueblo de Llubí, se encuentra desde ayer abierta al tráfico nuevamente, después de que hayan finalizado las obras de restauración del puente de Son Marget. Aunque en principio estaba previsto que estas obras finalizaran para mediados del mes de agosto, finalmente se decidió posponer su apertura «para asegurar mejor los cimientos del puente», explicaron fuentes del Consell de Mallorca.