El Ajuntament de Llucmajor impondrá un impuesto especial a los
vecinos que tienen jardín. Con ello se pretende paliar el déficit
económico que arrastra el servicio de retirada de basura, que
incluye también la recogida de desbroce, y que este año costará al
Ajuntament más de dos millones de euros. Este servicio municipal se
encarga, entre otras tareas, de retirar los restos de broza que se
cortan en los jardines. El Ajuntament advirtió que el camión no
recogería más de dos metros cúbicos de estos restos de plantas.
Sin embargo, varios vecinos no han respetado esta advertencia.
Algunos propietarios invadieron toda la acera con restos de broza y
ello provocaba que el camión, que sólo pasa una vez por semana por
cada núcleo, no pudiera recoger todos los residuos sólidos que
dejaban los vecinos. El Ajuntament quiere que este gasto no lo
asuman todos los vecinos, sino sólo los que disfrutan de este
servicio, en este caso los dueños de jardines. Este impuesto
serviría, por tanto, para pagar el servicio de recogida de broza,
que realiza una empresa privada contratada por el Ajuntament.
De momento no se ha determinado la cuantía del nuevo impuesto,
que se incluirá en el recibo de basuras. Este camión de recogida
retira, además de la broza, la chatarra y el mobiliario inservible.
Se traslada por todos los núcleos de población más próximos a la
costa, que es precisamente donde se concentran el mayor número de
viviendas con jardín. Este año el Ajuntament se gastará tres
millones de euros en el servicio de recogida de basuras.
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