TW
0

G.A.
El auge del sector náutico en Balears se ha plasmado un año más, finalizada la temporada alta, en un incremento en la demanda de atraques en los diversos puertos deportivos del archipiélago. Nuetras islas ocupan el tercer lugar a nivel nacional en número de embarcaciones deportivas y cuenta, según datos de la Capitanía Marítima, con 28.299 embarcaciones de recreo y 2.294 motos acuáticas.

Una actividad a la que se suma durante el verano la enorme afluencia de embarcaciones transeúntes procedentes de otros puertos del Mediterráneo en sus singladuras turísticas. Se trata, pues, de un tráfico creciente que debe ser absorbido por unas instalaciones que requieren en determinados casos una adecuación a las nuevas necesidades. Una realidad vinculada a la antigüedad que presentan las primeras concesiones cuya única contrapartida a la construcción de obra marítima era la gestión privada de amarres.Un reto que implica un cuidado medioambiental extremo en un territorio como Mallorca y que se traduce en mejorar los puertos existentes y en reordenar el espejo de agua para un mejor aprovechamiento, a partir de un mayor número de amarres, sin necesidad de construir ningún puerto nuevo ni consumir más territorio. Tanto en las concesiones que dependen de la Autoritat Portuària de Balears en los puertos de interés general, como en las que dependen del Servei de Ports de la conselleria d'Obres Públiques del Govern, los usuarios plantean una progresiva adecuación a las últimas exigencias en materia de servicios, seguridad, y prestaciones al nivel de calidad que presentan las más modernas marinas internacionales.