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Antonia Cobos, una vecina de Lloseta que padece una minusvalidez de un 90%, ha denunciado que su vivienda de protección oficial entregada por el Institut Balear de l'Habitatge (Ibavi) a principios de año no se adapta a sus necesidades. De hecho, un informe de s'Institut de Serveis Socials i Esportius de Mallorca ha evaluado el grado de accesibilidad de esta vivienda y especifica que algunos espacios no se adaptan a la normativa vigente.

El informe señala que la placa de fogones de la cocina está situada a una altura de 89 centímetros y la altura máxima para que pueda moverse con comodidad es de 85 centímetros. «La disposición actual supone un riesgo elevado de quemarse y le impide visualizar la cocción de los alimentos», añade.

Por su parte, Cobos explica: «No tengo rampa para acceder a mi casa y tengo que entrar por el aparcamiento». Cobos tampoco dispone de un baño adaptado a sus necesidades y las ventanas situadas a 100 centímetros de altura «le impiden tener una visión exterior», según comenta el informe. El alcalde Bernat Coll aseguró ayer que «el Ibavi está dispuesto a realizar las mejoras necesarias y todo se solucionará».