Manacor está perdiendo un patrimonio difícilmente recuperable.
Cientos de kilómetros de recorrido se han perdido para siempre. El
cierre de muchos caminos públicos del campo manacorí rompe con el
derecho de paso y el uso público de los viales municipales. En
Manacor existen cerca de unos 50 caminos que pese a ser públicos,
según el catálogo de Camins i Camades del Ajuntament, permanecen
clausurados por barreras casi infranqueables. Los siete caminos que
recorren la extensa finca del Fangar, en Son Macià, no son el único
ejemplo de esta controversia que ha derivado en un enfrentamiento
entre la propiedad privada y la pública.
Ahora, la plataforma a favor de los caminos públicos abiertos
exige la recuperación de todos aquellos caminos que a día de hoy,
permanecen cerrados al paso de los ciudadanos y que de una manera
arbitraria, la propiedad ha ido clausurando. Los «procaminos» no se
conforman con la recuperación de los casi 50 caminos cerrados,
también exigen al Ajuntament que sean declarados públicos 18
caminos más. Las vías del Coll del Vent, de Cas Pobilet y de Sa
Plana, son algunos ejemplos. Son caminos que están cartografiados y
documentados desde siglo XVIII.
«Los casos más problemáticos son los caminos del Fangar y del
Rafalet porque la propiedad de las dos fincas, está impidiendo el
paso de una manera sistemática», explica Sebastià Matamalas,
miembro de la plataforma. El camino del Rafalet une el camino de
son Gener con la carretera de Sa Vall. A la problemática de los
enfrentamientos con los propietarios por el acceso a estos caminos,
se añade otra realidad: la desaparición de algunos tramos de
caminos públicos. La propiedad los ha hecho labrar. Tal es el caso
del camino de Son Barba hacia sa Murtera. El libre acceso a muchas
calas vírgenes también permanece clausurado. Cala Varques, Cala
Falcó, Cala Saquers i Cala Magraner están cerrados por barreras y
en algunos casos, se ha desviado el camino.
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