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Una docena del grupo de Voluntaris per Mallorca realizaron ayer en la finca de Son Amer, que gestiona el Consell de Mallorca, una jornada de lucha contra la procesionaria, plaga que ataca a los bosques de pinos. El sistema utilizado ayer por los voluntarios para luchar contra la procesionaria fue la colocación en los árboles de la zona de trampas con feromonas con el fin de atraer y matar a la mariposa macho, y así reducir y frenar en parte el proceso de reproducción de la especie.

A finales de junio, es la mejor época para instalar las trampas. «Ahora están a punto de salir las mariposas de la procesionaria y con la campaña de instalación de trampas, cuando salen, quedaran atrapadas», explicaron ayer algunos de los voluntarios que participaron en la jornada en Son Amer.

La puesta en marcha hace unos cuantos años de estas campañas contra la procesionaria, impulsadas por la Conselleria de Medi Ambient del Govern, ha resultado efectiva y se han reducido en buena parte las plagas que afectaban a muchos de los bosques de pinos de las Islas y los ecosistemas que se configuran a partir de ellos.