Los jóvenes disponen de un casal totalmente reformado y habilitado

Esta iniciativa empezó hace un año y medio cuando destinó una sala para esta finalidad. La regidora de Joventut, Maria Eugènia Pou explicó que «el local estaba en muy mal estado y los chicos tampoco lo cuidaban, se lo autogestionaban y no había ningún control».

Por esa razón, desde el Ajuntament se decidió cerrar el local y reformarlo y volvieron a abrir sus puertas durante el pasado mes de abril coincidiendo con la Fira.

Pou dijo que se puso un dinamizador que «controlara a los chicos, unas normas y un horario». Con estas pautas y el trabajo de Sonia Díaz, la dinamizadora que se ha ganado la confianza de los chicos «hemos conseguido que se sientan el lugar como suyo y lo cuiden», acabó Pou.