TW
0

J.SOCIES
Más de un centenar de jóvenes panxaroges participaron antes de ayer en la séptima edición de la fiesta Panxa Roja dentro de las fiestas de la Mare de Déu d'Agost de Campos.

La fiesta consiste en toda una serie de pruebas que servirán para simbolizar el relevo de quintas. Este año dejan su puesto los quintos de 1987 y cogen el testimonio los nacidos en 1988.

La fiesta empezó con una cena torrada a la cual asistieron unas 800 personas, que calentaban motores i llenaban sus barrigas para participar en la prueba reina, sa panxada. Así, alrededor de las 23'30 una batucada y juegos malabares con fuego llenaron la plaza y dieron inició a las diferentes pruebas.

Los quintos más jóvenes tienen que superar y ganar las pruebas para así poder cantar sales el día de Pascua. Las pruebas fueron tirar cuerda, en la que hubo varios heridos por quemaduras por el roce de la cuerda, el palo enjabonado, coger papeles con la boca de entre vísceras, novedad este año y la prueba estrella, sa panxada, donde los más valientes se tiran en plancha sobre una superficie de plástico enjabonada, para ver quien llega más lejos deslizándose sobre su barriga.

La fiesta continuó a las dos de la madrugada en la plaza de la Creu, donde diferentes grupos amenizaban la fiesta de la espuma que se alargó hasta la salida del sol.