Una decena de camionetas y cerca de veinte operarios trabajaban
duro ayer a la entrada de la variante sur que mañana inagurarán el
presidente del Govern balear, Jaume Matas, la consellera de Obres
públiques Mabel Cabrer y el alcalde de Inca, Pere Rotger.
Pintando los arcenes, retirando los plásticos de las nuevas
señales, arreglando las palmeras o dando los últimos retoques a la
escultura de hierro que ocupará la nueva entrada a Inca, ayer los
operarios no pararon de trabajar en todo el día para tenerlo todo
impecable de cara a una fastuosa inauguración que, según fuentes
consultadas por Ultima Hora le costará hasta 72 mil euros al Govern
y para la cual se ha montado también una gran carpa donde se
proyectarán imágenes de lo que ha sido la obra y donde se servirá
además un suculento aperitivo a todos los asistentes.
La sorpresa del acto la aportarán los autobuses descapotables
que se han alquilado para enseñar a la prensa y a los asistentes el
tramo de cerca de 5 kilómetros de autopista de esta nueva vía clave
para descongestionar el tránsito de las rotondas de la ciudad de
Inca. El proyecto es una prolongación de la actual autopista de
Inca (PM-27) y que en un futuro enlzará con la autopista hacia sa
Pobla que actualmente está en construcción. La obra comenzó a
construirse en febrero de 2004 y los problemas con el enlace con la
carretera de Alcúdia han retrasado su estreno.
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