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Una cincuentena de curiosos sin miedo al mal tiempo se acercaron ayer a la finca de Gabellí Petit de Campanet para contemplar, muchos por primera vez, el espectáculo de las Fonts Ufanes. En la entrada, junto a la ermita de Sant Miquel, los técnicos de Medi Ambient que se encargan del mantenimiento de la finca controlaban ayer el paso y prohibían la entrada con coches o con perros sueltos.

Desde allí y hasta el misterioso encinar dónde brotan las fuentes hay una pequeña excursión a pie que dura unos diez minutos y que es fácil de recorrer. El espectáculo se va intuyendo poco a poco. Primero por el ruido que se desprende de dentro del bosque, que ayer era muy fuerte debido a la gran cantidad de agua que emanaba. La luz se va escondiendo lentamente entre las ramas de los árboles y, de pronto, aparecen las Ufanas. Agua que sale directamente de la tierra formando pequeñas burbujas y que se agrupa formando un gran torrente de agua blanca que curiosamente no está muy fría, pues se conservaba hasta el momento en el subsuelo a una temperatura de unos quince grados. Todo un monumento que atrae a cualquiera.

Ayer el conseller de Medi Ambient, Jaume Font, volvió a visitar la finca junto al director general de Recursos Hídricos, Joan Crespí y la gerente de la Agencia Balear del Agua, Barbara Mestre. Los expertos presagian que esta vez las fuentes brotarán al menos hasta el fin de semana, pues la cantidad de agua que ha llovido en la zona del Puig Tomir, que es dónde se alimentan estas misteriosas fuentes.