El abogado de los afectados y el portavoz de GADMA, ante la fábrica de Cemex en Lloseta.

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El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Inca ha estimado la demanda de veintitrés vecinos de Lloseta -apoyados por el grupo ecologista Gadma- y dictamina que la empresa tendrá que pagar unos 21 millones de euros en indemnizaciones y instalar las medidas correctoras necesarias a su fábrica de Lloseta para reducir la contaminación acústica, lumínica y sonora que afecta a los vecinos poniendo en peligro su salud pública.

El caso será trasladado ahora a la Audiencia de Palma ya que la empresa ha anunciado que apelará el dictamen del juez de Inca.

El abogado de los afectados, Josep Joan Beltran, y los ecologistas de Gadma se mostraron ayer totalmente satisfechos con el dictamen que condena a la empresa «a indemnizar a los demandantes de todos los daños o perjuicios del pasado». Asimismo, se condena a Cemex «a indemnizar dinerariamente a los actores en todos los daños y perjuicios materiales y morales hasta que en un futuro no se instalen las medidas correctoras necesarias». El abogado indicó que «aproximadamente la empresa tendrá que indemnizar a los afectados con 360.000 euros».

El juez José Matías Penadés García contó entre las pruebas con un informe pericial del ingeniero Salvador J. Fonolla, que señala que la empresa Cemex continúa contaminando a pesar de las mejoras que al largo de estos últimos años han ido realizando.

En este sentido, el abogado señaló ayer que «una vez que lleguemos al final del caso todas las medidas que se llevarán a cabo beneficiarán a todo el colectivo de Mallorca y no sólo a los 23 vecinos que han interpuesto el pleito». «Los materiales pesados que salen de la chimenea de la fábrica son muy malos y corrosivos», dijo. «Todo este material corrosivo afecta a las personas, inmuebles y vegetación de los alrededores», añadió.