TW
0

GUILLEM MAS
Las máquinas excavadoras arrasaron ayer con la última fase de la centenaria fábrica de perlas de Majorica y con su emblema que presidía la parte alta del edificio. De esta manera, se culmina el derribo de toda la planta perlera que ya se estaba llevando a cabo desde hace unas semanas.

Con la caída del emblema, las excavadoras enterraron la historia de una fábrica donde desde 1897 han trabajado miles de manacorins, un lugar que toda la ciudad siempre se ha sentido como propio y que ven con desolación el nuevo panorama. La destrucción total de la fábrica deja entrever una nueva fisonomía urbana de Manacor. La manzana que crean las calles Pedro Riche, Mossèn Alcover, Creuers y Vía Majorica nunca volverá a ser la misma.

En el lugar de la centenaria fábrica perlera, en unos meses, se comenzarán a construir cerca de 300 nuevas viviendas. De todos los edificios existentes en el complejo, sólo quedará uno en pie y que paradojamente será el más antiguo, es decir, la conocida como caseta de Pedro Riche. Dicha construcción es propiedad municipal y el Ajuntament de Manacor tiene previsto convertirla en un museo de la perla.

Hasta su desalojo hace sólo unos meses, de la fábrica de Vía Majorica sólo se utilizaba la nave de exposición de visita para turistas y curiosos y la zona de aparcamiento. El resto de máquinas del proceso de creación fue trasladado a una nave del polígono industrial. De hecho, Majorica ya abandonó toda la fábrica el pasado mes de septiembre que lo alquiló a Rústic, empresa que ha comprado la manzana.