Por esto, todos los convenios que se incluyan en el PGOU, tanto en el documento para la aprobación inicial como en los siguientes, tendrán que ser objeto de estudio, de consenso y de exposición pública, así como las zonas que se desarrollen ahora.
Los socialistas Júlia Roman, Mercè Amer y Antoni Mestre presentaron los ocho puntos con que se negociará con el PP su sí al planeamiento. Desde el PSOE se pedirá que la nueva normativa contemple un 15 por ciento de suelo industrial. Según el PSOE, el suelo industrial tiene que quedar excluido de los términos de ejecución. Quieren que se establezcan unas cláusulas resolutorias y que se redacte una normativa específica para la delimitación de solares de diferentes dimensiones de acuerdo con las necesidades de las pequeñas y medianas empresas. El desarrollo del suelo industrial se tendría que hacer a través de una comisión mixta en la cual tendría que participar el Consistorio.
También proponen que se contemple un plan de reserva de suelo destinado al Pla de Transports Públics de la comarca de Llevant, y que se consensue el plan de equipamientos y de infraestructuras con un documento que sea objeto de aprobación inicial y que tendrá que incorporar los resultados de la negociación.
Para los socialistas, los inventarios y catálogos que afecten a la ordenación del territorio y el desarrollo urbanístico tendrán que ser objeto de negociación y consenso, y se vincularán al documento definitivo del PGOU. Se tendrán que grafiar el 50 por ciento del suelo que prevé la Ley del Suelo y se tendrán que incorporar proyectos de mejora y rehabilitación del centro.
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