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J.TORRES
El PP cree que las duras críticas del Consell de Mallorca al president del Govern, Jaume Matas, por asistir al acto de apoyo al editor Pedro J. Ramírez responden al «temor» y a la «necesidad vital» de UM de desmarcarse de sus socios populares a medida que se acercan las elecciones. Así lo aseguró ayer el portavoz del PP balear, Miquel Ramis, quien apuntó que el «temor» de UM y la necesidad de este partido de «marcar diferencias» se demuestran en los reproches del portavoz del Consell, Antoni Martorell, quien acusó a Matas de «fomentar el conflicto y la división entre los mallorquines» acudiendo a la comida que la plataforma ¡Basta Ya! ofreció a Ramírez. «Es como si dijera que el nacionalista exacerbado también divide», respondió Ramis. El conservador lamentó que UM hubiera «utilizado un acto de este tipo para marcar diferencias políticas», recalcó que «no parece correcto sacar ventaja política de un hecho puntual» y advirtió que Matas nunca lo hubiera hecho, aunque tanto él como el PP «habrían podido criticar actos de UM».

«Existe mucha diferencia entre Matas y UM», «el buen juicio marca la diferencia», sentenció epopular, quien apuntó que no es la primera vez que el partido de Maria Antònia Munar actúa así, mientras que «el PP siempre se ha mantenido al margen». A pesar de la escalada de reproches entre los dos socios de gobierno, el portavoz conservador aseguró que su partido ha gobernado de forma «muy cómoda y tranquila con UM y no necesitamos agredir a nuestro socio porque tenemos un recorrido distinto, más profundo». El popular quiso dejar claro que ni Matas ni el PP participaron en la contramanifestación de apoyo a Pedro J., convocada el sábado en la playa de sa Marjal, y sólo dieron apoyo a la Plataforma «¡Basta ya!», que también organizó un acto de apoyo al periodista. «El PP no convocó a sus militantes ni pondremos dinero» para traer a manifestantes de la Península, sin embargo «respalda la filosofía» de la contramanifestación, en la que su rama juvenil, Nuevas Generaciones, participó «activamente», reconoció Ramis.

En cambio, criticó la presencia de «grupos radicales marginales» en la manifestación contra la privatización de la costa y aseguró que éstos «suelen ser un reflejo de lo peor de la sociedad». Según Ramis, la sola presencia de un hombre con una pancarta a favor del acercamiento de presos vascos justifica que Nuevas Generaciones considerara «batasunos» a los manifestantes.