Sastre consideró que el acto judicial «es una aberración» y «una noticia nefasta para los derechos de los ciudadanos y de los mallorquines en particular», ya que fundamenta la condena en la «violencia psíquica» ejercida al querer acceder a la piscina del editor madrileño en la Costa dels Pins.
«Como ciudadano, yo quería comprobar si allí efectivamente no se respetaban los términos de la concesión del dominio público, para tener pruebas y poner una denuncia frente a la Demarcación de Costas», explicó ayer Sastre, recordando que «el mismo juez reconoce que no se ejerció ningún tipo de violencia, sino sólo un derecho».
Para el dirigente del Lobby, al magistrado «le han temblado las piernas, tiene mala conciencia y se nota que sólo ha puesto una condena mínima; tiene miedo de provocar las iras de Pedro J. y sufrir un linchamiento como el de Del Olmo o Garzón».
En este sentido, Pep Palou manifestó que la sentencia «hace que los derechos de los mallorquines queden sometidos a los privilegios de determinados potentados madrileños que vulneran la ley flagrantemente».
Sastre consideró además que «se ha demostrado la politización y la corrupción de la justicia española, que todavía no ha pasado por una regeneración democrática». Asimismo, recordó «el trato de favor que durante todo este caso ha tenido Pedro J. y que se vio el día del juicio». Finalmente, Sastre y Palou anunciaron que el Lobby recurrirá la sentencia «hasta el final, que para nosotros es Europa. Y queremos publicarla no sólo en dos diarios de Baleares, sino en otros diarios estatales e internacionales».
Para el Lobby, esta sentencia «es un «mal precedente» ante otras causas judiciales que mantienen con el editor madrileño.
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