La concentración celebrada ayer tarde en Cala Rajada, había sido impulsada de forma completamente espontánea por una plataforma ciudadana surgida a raíz de los malentendidos en torno a esta nueva figura de protección que ha sido objeto de críticas y ataques de diferentes asociaciones y de la misma consellera d'Agricultura, Margalida Moner, por sus desavenencias con el Gobierno central.
Las pancartas que encabezaban la concentración hablaban por si solas: «Primer els pescadors y les seves famílies», «Reserva si, especuladors, no». Eran sólo algunas frases de aperitivo a un manifiesto duro y sin concesiones que se leyó posteriormente: «Los mallorquines tenemos que optar entre dos caminos posibles: Un camino nos conduce hacia el suicidio, hacia la muerte de los recursos naturales y el otro nos conducirá a un futuro en que la vida de las personas y también de los animales y plantas gozarán de una calidad a la que unos y otros tenemos derecho».
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