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J.M.SASTRE Los vecinos de Son Macià demostraron una vez más que tienen muy presentes sus raíces payesas y la tradición agrícola que les ha caracterizado. La celebración de la tradicional Festa Pagesa en el marco de las fiestas del núcleo, sirvió para recuperar y dar a conocer los juegos y prácticas de ocio ligadas al pasado del campo pero también para aunarlas con la modernidad con diferentes pruebas.

La fiesta comenzó a las 17 horas y, a pesar del calor y el fuerte sol, la participación fue multitudinaria y todos los vecinos del pequeño núcleo de Manacor asistieron de público para pasar una tarde de verano diferente lejos del mar, de las sombrillas y los chiringuitos.

Hubo actos para todas las edades. Los más pequeños se lo pasaron en grande persiguiendo gallinas y otros animales. Después, se realizó una prueba de tiro con honda en que se lanzaban pelotas de tenis para evitar daños. La carrera de mobilettes, una de las motocicletas que más rentabilidad ha dado a los payeses en un pasado no muy lejano, fue uno de los atractivos de la fiesta. También hubo una prueba para glotones para comprobar quién era capaz de comer más sandía en 10 minutos, entre otras muchas actividades que sacaron los aplausos del público unas veces pero también las risas y carcajadas, en otras. Fue éste el caso del lanzamiento de huevos entre dos equipos, una de las pruebas más tradicionales. Hubo quien se llevó el premio de una lechona al acertar sólo con la vista, el peso de una calabaza. Son Macià reafirmó sus raíces payesas y garantizó, vista la participación infantil, que el futuro de la tradición está garantizado.