Dos años después de su inauguración el instituto comarcal Josep Font i Trias sigue arrastrando todo un cúmulo de despropósitos en su construcción, el que en su día fuera presentado como un edificio vanguardista y bien dotado se ha descubierto como una gran decepción.
El centro presenta desde su apertura una larga e importante lista de deficiencias y desperfectos, que se acentuaron con las lluvias del pasado miércoles. La mayoría de aulas amanecieron anegadas, las filtraciones fue provocaron el desprendimiento del falso techo en diversos puntos del edificio, también se vio seriamente afectado el pabellón deportivo donde el agua entraba por diferentes zonas.
El director del centro, Enric Magraner, manifiesta que la situación que padece el centro es grave e impropia de un centro de nueva construcción, donde las filtraciones de agua y las goteras son uno de los principales problemas, sumado a que la calefacción no ha funcionado nunca y tampoco disponen de agua caliente, ya que la caldera no funciona correctamente. A aprecian en todo el edificio, tanto en el interior como en el exterior, en algunas aulas estas grietas ya han provocado ligeros desprendimientos. El ascensor no tiene instalado ningún sistema de seguridad por lo que cada vez que llueve salta el interruptor general de la primera planta.
De todas estas anomalías y muchas otras ha sido informado la Conselleria d'Educació en reiteradas ocasiones por parte de la dirección del centro, pero hasta la fecha no ha habido una solución definitiva. El IES contó con un presupuesto de unos 3.000.000 de euros. Las obras las llevó a cabo la empresa Cobra Instalaciones y Servicios en apenas un año, ya que le 12 de agosto de 2004 tuvo lugar el acto de colocación de la primera piedra y el curso escolar 2005-2006 ya se inició en el nuevo instituto.
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