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J.M.SASTRE/P.MATAS Los restos humanos hallados en una finca rústica de Manacor el pasado lunes, podrían proceder de una fosa común o un antiguo cementerio y el cuerpo llevaría unos 60 años enterrado, informaron fuentes policiales de Manacor.

Así mismo y siempre según las primeras hipótesis y a la espera de los resultados de los análisis forenses, los restos no presentan señales de violencia ni orificios de bala, con lo que la muerte podría haber sido a causa de una enfermedad o por causas naturales.

En esta misma línea, se ha descartado en principio que los huesos sean los de una víctima de la Guerra Civil, a pesar de que la antigüedad de los huesos podría situarlos en aquellas fechas.

Ayer, uno de los médicos forenses de Manacor se desplazó al lugar del hallazgo y procedió a retirar los huesos que, tal y como avanzó este periódico en su edición de ayer, son los de un niño o una mujer, debido a sus reducidas dimensiones.

Los restos fueron hallados entre la carretera de Son Carrió y la finca de Son Mas y estaban enterrados en el talud de lo que antaño fueron las vías del tren. Los huesos fueron desenterrados a raíz de las fuertes lluvias caídas en las últimas semanas. Dos niños que jugaban por la zona, los vieron y acudieron a su casa diciendo que habían encontrado huevos de dinosaurio. Un tío de los muchachos acudió al lugar y al comprobar que eran restos humanos, avisó a la Policía Local que dio parte a la Nacional que se hizo cargo del caso. La zona donde fueron hallados los restos estuvo precintada y el lugar fue custodiado por la Policía Nacional.

Ahora y tras los análisis forenses, los técnicos de Patrimoni del Consell de Mallorca estudiarán los restos. La jefa de esta área del Ajuntament de Manacor, Magdalena Salas, explicó que en la zona hay yacimientos pero los huesos podrían no pertenecer a ninguno ya que «lo normal es que estuviera rodeado de cerámicas».