Los establecimientos turísticos de Pollença han colgado el cartel de «completo» en los meses álgidos de la temporada alta (julio y agosto) con ocupaciones ligeramente superiores a las de 2006.
A pesar de los datos no faltan algunas lecturas pesimistas que recuerdan que el aumento de ocupación no siempre viene acompañado de un incremento de ingresos y es que el descenso en el poder adquisitivo de los turistas que eligen el municipio como lugar de veraneo se deja notar.
En cualquier caso los distintos representantes del sector turístico conceden el aprobado a la temporada turística 2007 y es que aunque comenzó con las peores previsiones en el mes de abril, la ocupación ha ido aumentado a medida que avanzaba el verano y la temporada ha acabado prorrogándose más de lo previsto con un mes de octubre excelente. Así, este año son tres los hoteles del Moll que tratarán de seguir abiertos todo el año mientras que en Pollença y en la Cala se mantiene la misma dinámica que en 2006. A pesar de todo los que abren todo el año siguen siendo los menos, por lo que habrá que esperar a abril de 2008 para ver una reapertura masiva en la planta hotelera del municipio.
Por lo que respecta a las viviendas vacacionales (uno de los motores más importantes de la economía pollencina) prácticamente todos coinciden en señalar que la temporada que finaliza ha sido «excelente». Por primera vez los propietarios de viviendas y de agencias se han enfrentado a una temporada turística al margen de sobresaltos y polémicas tras la legalización de este tipo de oferta turística que a partir de ahora se promocionará en las ferias internacionales de turismo al mismo nivel que el resto de plazas hoteleras de las Islas.
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