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MARTA MEDRANO A las diez de la mañana en las calles del municipio de Inca, a unos siete kilómetros de Caimari, ya se notaba la afluencia de vehículos que se dirigían a la Fira dedicada a los derivados del aceite y que llena esta localidad de montaña de aceites, patés, bombones, helados, velas, jabones e incluso muebles hechos a partir de la oliva o de la madera del olivo.

A las once de la mañana las calles de Caimari, adornadas con hojas de olivo, ya estaban repletas de visitantes. Uno de los puntos neurálgicos de la Fira fue la Plaza Major, dónde se agolparon miles de personas que aprovecharon para comprar olivas, olivos, aceites, ropa de montaña, miel, buñuelos, embutidos y objetos artesanos. La plaza ofrecía además una exposición explicativa sobre cómo ha ido cambiando la elaboración de aceite a lo largo de la historia.

Los padres del Colegio de Caimari aprovecharon la afluencia de visitantes para montar un tenderete y vender membrillo casero con el que recaudaron fondos que se utilizaran para las excursiones de los más pequeños.

El concurso de perros pastores que recogen ovejas congregó en una finca cercana a la plaza Major a cientos de curiosos, que pudieron observar la actuación de Iñaki Ostolazaga, de Vizkaya, que a pesar de ser uno de los mayores expertos de España en este arte no logró vencer al felanitxer Miquel Adrover, cuya perra, Nit, fue la más rápida guiando a las ovejas ayer. En este concurso, que cada año cuenta con más participantes, Mercè Ribot, de La Cerdenya, quedó segunda y Sebastià Adrover, de Manacor, fue el tercero. El pollencí Antoni Ochogavía y su perra Duna quedaron cuartos. Además de esta muestra los asistentes a la Fira pudieron ver en la calle Horitzó el funcionamiento de la antigua tafona de Olis Caimari. Durante todo el día los accesos a Caimari estuvieron colapsados.