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Un año más, el Ajuntament de Santa Maria del Camí y los seis bodegueros de la localidad entregaron ayer las distinciones del Brot de Pi durante la celebración de la V Fira del Vi Novell.

Durante el acto, que se celebró en el salón de plenos del Ajuntament, se entregó la insignia a Martí Vich, de 85 años, cuya vida siempre ha estado relacionada con el mundo vinícola. Todos los bodegueros decidieron por unanimidad entregar la distinción a Vich «por su aportación al vino de Santa Maria durante toda su vida», según explicó el regidor de promoción económica, Antoni Oliver. El otro Brot de Pi se entregó a un medio de comunicación.

El acto de ayer contó con la asistencia de los representantes de las seis bodegas de Santa Maria (Can Rubí, Macià Batle, Jaume de Puntiró, Sebastià Pastor, Ramanyat y Es Cavàs), además de varios regidores del Ajuntament y la alcaldesa, Rosa Vich, que ayer se mostró especialmente emocionada por poner la insignia del Brot de Pi a su padre, Martí Vich.

Después de recoger su distinción, Martí Vich, explicó que «toda mi vida ha estado vinculada al mundo del vino. Hace más de 120 años que mi familia se ha dedicado al vino y yo continué con la herencia familiar, aunque ahora tan solo cultivo las variedades manto negro y callet para consumo propio».