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GUILLEM MAS El gallinero «ilegal» construido por el conocido ex secretario municipal del Ajuntament de ses Salines, Joan Burguera, recupera la polémica. Burguera, en nombre de su madre Magdalena Vidal, ha alegado contra la resolución del departamento de Urbanismo del Consell de Mallorca que le obliga a demoler un gallinero de 20 metros cuadrados y a pagar 1.000 euros de sanción, al ser construido sin la pertinente licencia de obra. La obra fue denunciada por el partido Nous Independents Locals (NIL), ahora en el gobierno local.


De las seis páginas de alegaciones presentadas por el ex secretario, Burguera dice que «el expediente está caducado» y que «el expediente de infracción urbanística es una farsa, un trámite que hay que cumplir, pero que no sirve para nada». Se defiende alegando que «la sencillez técnica de la construcción y la hipotética innecesariedad del proyecto no implican que se precise licencia». Además, se hace eco del informe realizado por el arquitecto municial Campins, quien afirma que «la barraca está formada por piezas de marés de baja calidad colocadas en seco», una afirmación que no se ahjusta a la realidad si uno observa la fotografía que ilustra esta información.

Con todo, el NIL ha anunciado que exigirá que se vuelva a abrir el expediente y que se ejecute la demolición del gallinero y el pago de la sanción. También exigirán la suspensión de empleo y sueldo del arquitecto Campins por su informe técnico «que no se ajusta a la realidad».