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J.M.SASTRE Animales de toda clase y máquinas de múltiples campos, se convirtieron en los protagonistas de la Fira de sa Perdiu de Montuïri, una muestra que el año que viene cumplirá tres décadas.

Como cada año la Mostra de sa Perdiu celebrada en las pistas de es Dau fue una de las principales atracciones de la feria. Los visitantes no quisieron perderse los cantos ancestrales de las aves. Los ganadores del concurso fueron cuatro vecinos del pueblo: Tomeu Verger, Baltasar Tous, Miquel Font y Tomeu Andreu.

En las cercanías de este recinto, en el paseo que lleva el mismo nombre, los coches y sobretodo las motos de época eran admiradas por los aficionados y mimadas por sus propietarios. También había maquinaria agrícola de última generación así como algunas concesionarias de coches.

El paseo continuaba con el ya tradicional concurso de Ca Rater y la muestra de perros de otras razas para llegar a los corrales de animales donde se cobijaban cerdos, burros, palomas, vacas y otros ejemplares que hicieron las delicias de los más pequeños visitantes de la muestra.

Un visitante joven se quejaba a su madre: «¿Y ahora tenemos que subir esta calle?». La respuesta, por obvia, fue el silencio. Las empinadas calles que caracterizan la localidad conducían a la plaza del Ajuntament. Allí, los alrededores de la iglesia acogieron la muestra payesa con productos ecológicos, artesanales y tradicionales, con los vendedores vestidos de época dando el toque ancestral a la Fira.