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J. SOCIES/M. RAMIS Parece que desde hace unos años hay poca originalidad y falta cualquier critica hacía los gobernantes en los quintos de Montuïri, Petra y Sineu. Este año, la novedad en las 'inocentadas' ha venido no de los quintos, sino de un grupo de jóvenes de Porreres que decidieron en la noche de ante de ayer recoger todos los «hombres gordos de rojo» del pueblo y colocarlos en la barandilla de la iglesia. En Maria de la Salut, la sorpresa vino marcada por llevar a cabo la escenificación de la inocentada un día antes de la fecha marcada.

Mucho ruido durante toda la noche, pero poca cosa más, muchas pintadas por todas partes y muchos cohetes.
En Montuïri, los quintos de 1989 no hicieron demasiado malfraig, y es que las quintadas ya hace algunos años que van a la mengua y a las 7:30 horas de la mañana la plaza estaba limpia. Ahora bien, las figuras de la rotonda del Revolt un año más han vuelto ha recibir las pintadas.

En Petra, como cada año, la imagen del Pare Serra ha sido la protagonista de los entuertos de los quintos del 1988. La plaza amaneció toda llena de harina y el Pare Serra se despertó con un símbolo fálico en la mano, hecho que puso el grito en el cielo en algunas personas mayores de la localidad. En Petra también se repitió la imagen de cada año en la que los quintos, tapian la puerta del Ajuntament, una hazaña que ya se ha convertido en tradición. En Porreres, no han sido los quintos, puesto que no hay tradición en el pueblo, pero un grupo de jóvenes amigos de los Reyes Magos, decidieron recoger todos los Papas Noeles del pueblo y colgarlos a la barandilla de la iglesia.

Las calles y paredes de Sineu aparecieron con pintadas de los quintos, que se limpiaron a primera hora de la mañana de ayer. Además, durante la noche del jueves lanzaron cohetes que despertaron de un sobresalto a más de un vecino del municipio.