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MARTA MEDRANO Tras varias horas de discusión política en las que no faltaron reproches entre PP y PSOE, reflexiones históricas por parte de Independents d'Inca y propuestas como la de crear un carril bici o una barrera para evitar ruidos de la ronda por parte del Bloc, el pleno de Inca consensuó el trazado de la ronda norte que pedirá que inicie el Consell esta legislatura y sobre el cuál ayer se habían presentado dos mociones, una del PP y otra del PSOE que finalmente se acabaron convirtiendo en una que se aprobó por unanimidad.

El alcalde, Pere Rotger, aceptó pedir que la ronda no pase entre el futuro Colegio de Son Amonda y el Instituto Berenguer d'Anoia, como estaba proyectado inicialmente y que se desplace por detrás de las viviendas de Can López. Asimismo se acordó que la ronda norte no se convierta en una «autopista» sino que sea una vía de dos carriles que no discurra muy alejada del casco urbano y que el diseño de la misma «se decida desde Inca», tal y como solicitó el portavoz de Independents d'Inca, Àngel García.

El teniente de alcalde, Rafel Torres (PP) y el portavoz del PSOE, Xavier Ramis subieron el tono del debate. «Si nosotros gobernáramos en Palma reclamaríamos al Consell que la ejecutara. No entendemos que el PSOE cambie de criterio sobre el trazado en función de quién gobierne en el Consell», dijo Torres, que aceptó el cambio del trazado pero «sin que esto sirva simplemente para enredar». Ramis, por su parte, reprochó al PP que calificaran de «atentado» el trazado que ellos habían sugerido en una comisión. «Hicieron unas declaraciones llenas de demagogia y electoralismo», dijo.

Las exposiciones del Bloc y de Independents sobre esta vía rápida, que serviría para sacar del casco urbano de Inca una media de 8.000 vehículos al día, sirvieron para acercar posturas. Antoni Rodríguez (Bloc), pidió que el diseño de la ronda norte sea «similar a la ronda del colesterol de Manacor» y sirva para caminar.