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Abandonar los carritos de compra en la vía pública, realizar actividades que puedan ensuciar la calle, manipular papeleras, lanzar colillas encendidas en las papeleras o contenedores podrá ser penalizado con una multa que va desde los 300 hasta los 1.000 euros.

Con el objetivo de conseguir un municipio más limpio, concienciar a la gente de la necesidad de respetar el entorno y, a la vez hacer un guiño al medio ambiente, el Ajuntament d'Artà ha preparado una completa ordenanza de limpieza, desechos y residuos sólidos que prevé elevadas sanciones para poner fin a la falta de civismo. Esta ordenanza será debatida en el próximo pleno ordinario para su aprobación.

Así lo explicó el alcalde de Artà, Rafel Gili, que aseguró que «con esta normativa queremos ser un municipio limpio y sostenible, por ello se penalizarán todos aquellos comportamientos que vayan en contra».

La normativa tiene varios capítulos. Así, uno de ellos está dedicado a la limpieza viaria y a la recogida de residuos urbanos o domésticos. Otro hace referencia al abandono de vehículos o a la recogida selectiva de residuos o residuos especiales.

En la ordenanza se establecen tres tipos de sanciones, según las infracciones que se lleven a término. Entre las infracciones leves, con sanción de 30 a 300 euros, se incluye lanzar chicles, papeles o colillas en la calle, abandonar en vía pública los excrementos de los animales, realizar cualquier tipo de grafitti en paredes, defecar, orinar o escupir en la calle.

Se consideran infracciones graves, penadas desde 300 hasta 1.000 euros: depositar bolsas de basura fuera de las papeleras de la vía pública, lavar vehículos en la calle cuando sean empresas de alquiler de coches y el vertido de desechos en playas, zonas costeras o en el mar.

Castigadas con sanciones de 1.000 a 2.000 euros, están las infracciones muy graves y, entre ellas, figura el vertido de residuos urbanos si producen daño al medio ambiente.