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Un tramo de unos cien metros de la autopista de Ponent, en dirección a Palma, está cortada al tráfico a la altura de la Costa de la Calma para arreglar unas grietas que aparecieron en el muro de contención y que llegaron a afectar al firme de la calzada. Se trata del tramo nuevo de autopista que se inauguró la legislatura pasada y en donde han surgido una serie de desperfectos que la empresa adjudicatraria arregla ahora a instancias de la Conselleria d'Habitatge i Obres Públiques.

Las obras para subsanar las deficiencias ya comenzaron el pasado mes de febrero. Durante cinco semanas permaneció cortado al tráfico el enlace de la Costa de la Calma. En este tiempo, los trabajos se han centrado en el arreglo del enorme muro de contención de 35 metros de ancho por 8 de alto. Antoni Armengol, director general d'Obres Públiques, explicó entonces que el sistema para sustentar el muro con malla metálica «no es el tradicional; es una solución que no está aprobada y garantizada».

El mal asentamiento ha provocado el hundimiento de unos metros de la calzada que ahora se están arreglando.
El desvío para evitar este tramo en obras, que se prolongarán durante dos semanas, provocó ayer importantes retenciones en la autopista desde La Romana. Los conductores recordaron ayer los tradicionales atascos que ha tenido que aguantar esta carretera antes y durante las obras de la ampliación de la autopista.

Los coches deben abandonar la autopista en la salida de Costa de la Calma y retomarla una vez pasada la rotonda.