Miles de personas se desplazaron ayer a ses Salines para participar en los actos de la feria. Foto: G.M.

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GUILLEM MAS Un año más, ses Salines se convirtió en el centro de Mallorca el primero de mayo. Miles de ciudadanos llegados de todos los puntos se reunieron en una de las ferias con más tradición de la Isla.

Al mediodía, la mayoría de los accesos al pueblo estaban colapsados y era muy difícil encontrar un lugar para aparcar. Las calles más céntricas de la villa parecían un hervidero: gente de todas las edades que miraban, tocaban, pedían y se interesaban por los miles de productos expuestos en los centenares de chiringuitos de las calles de ses Salines. Así, el buen tiempo y el calor ayudaron y animaron a la gente a visitar la feria y, a muchos, a pasar todo el día en el pueblo.

La feria espectáculo del municipio no sólo se vive de día, sino que durante la noche anterior ya tuvieron lugar actos en la plaza. Durante toda la jornada festiva de ayer, se organizaron diferentes eventos. La mañana se dedicó básicamente a la feria, a los chiringuitos, a las exposiciones y al concurso de perros. A las seis de la tarde se realizaron diferentes demostraciones con caballos con el espectáculo 'Simfonia a cavall'. Y a las nueve de la noche se celebró un fin de fiesta con la actuación del grupo Els Pets. Tras 23 años, esta feria es una perfecta combinación de distintos espectáculos. Hay que recordar que la de ses Salines fue la primera que empezó a combinar la tradicional feria con diferentes espectáculos.