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MARTA MEDRANO El alcalde de Inca, Pere Rotger, reveló ayer que el concesionario de la piscina municipal, Sport Inca, no paga el agua que consume. «En un pleno todos los partidos acordamos compensar al concesionario con 50.000 euros porque tuvo que cerrar debido a deficiencias constructivas», dijo Rotger, que aprovechó para recriminar a la oposición que sacara a la luz este tema cuando el punto del orden del día era la revisión del IPC de los precios de esta instalación. «Hacen demagogia », les recriminó.

Durante el debate político sobre la actualización de los precios de la piscina municipal el equipo de gobierno desveló que el Ajuntament ha demandado a la empresa que instaló la cúpula retráctil de la piscina, que no se puede abrir desde hace más de un año. El concejal de Urbanisme, Bartomeu Seguí explicó que se está trabajando para que la piscina pueda utilizar gas ciudad, en lugar de gasoil, con el objetivo de disminuir los gastos energéticos de la instalación.

Toda la oposición recriminó al equipo de gobierno que no se hayan resuelto aún las «anomalías» técnicas de esta instalación. «No se pueden subir los precios de la piscina si no funciona bien», dijo el portavoz del Bloc, Antoni Rodríguez. El portavoz de Independents d'Inca, Àngel Garcia, expuso que si la piscina funcionara bien se podría ahorrar un 25 por ciento en gasoil.