Imagen del año 2006, en el que se pidieron más de doscientas licencias para construir en Andratx.

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VíCTOR MALAGÓN

La era de las grúas en Andratx parece que ha pasado a la historia. Al menos, el número de licencias para edificar viviendas en el municipio ha caído drásticamente desde 2006. Entonces, en el año de la intervención judicial del Ajuntament, los constructores pidieron hasta 217 licencias de obra mayor, según los datos del registro del Consistorio. Esa cifra ya sufrió un abrupto descenso el año pasado, cuando se solicitaron 83 permisos de obras, es decir, un 40 por ciento del volumen del año anterior. En los cinco primeros meses de 2008 en las dependencias municipales sólo han entrado 42 nuevos expedientes, lo que hace aventurar que la cifra definitiva del año será sensiblemente inferior a la de 2007 ya que, el parón veraniego hace que tradicionalmente en el segundo semestre las licencias que se piden son muchas menos.

Y, sin embargo, la previsión del equipo de gobierno municipal es que «lo peor está por llegar». Así lo asegura el concejal de Urbanismo, Epifanio Méndez. Uno de los motivos de este escepticismo es que unas cuantas de las licencias que se han pedido en los dos últimos años no son proyectos nuevos. La paralización del área de Urbanismo tras la intervención judicial ha provocado que algunos proyectos caducaran antes de recibir licencia. Los promotores de estas obras han vuelto a registrarlos, lo que ha aumentado el volumen de peticiones de manera artificial, sin que haya un nuevo proyecto detrás.

En el descenso de peticiones de licencias también influye la paralización de una serie de urbanizaciones, bien por decisión judicial, como Monport, o bien por cambios en la normativa, como ocurre con las zonas afectadas por los decretos de protección del Govern y el Consell. Además, el descenso general de la actividad en la construcción en los últimos meses y la crisis del sector también afectan a Andratx. Así, una serie de urbanizaciones han ralentizado su marcha y, en algunos casos, se han parado obras ya avanzadas por falta de compradores.