El domingo pasado se anunciaba una noticia durante la jornada del culto al «Sant Cristet»: «Los religiosos abandonan el cuidado del Convent». Desde entonces, numerosos han sido los rumores, aunque ayer ya se confirmó la noticia.
Los missioners del Sagrats Cors llevan noventa año haciéndose cargo del templo, y constituyen la cuarta orden que ha pasado por el Convent, y la que durante más tiempo ha permanecido en él. Por ello, la comunidad de religiosos que residen allí en este momento son muy conocidos por la mayoría de los habitantes del Valle, bien porque unos han sido alumnos del colegio o porque otros son feligreses habituales y acuden a la misa diaria y al culto del «Sant Cristet», que se remonta al siglo XVI.
Éste es el caso de la cofradía del Sant Cristet del Convent, que se ha mostrado muy dolida por la partida de los religiosos. Especialmente lamenta que aparten al hermano Rafel Orell del templo, del que se encarga desde 1943, ya que como ha afirmado su presidente, Gabriel Bover, «nadie se encargará de todo como él».
Sin embargo, el padre Gaspar Alemany, delegado de los misioneros de los Sagrados Corazones en Baleares, aseguró que «en ningún caso se abandona la misión que tenemos en Sóller, sino únicamente nuestra presencia física las 24 horas, pero seguiremos manteniendo el culto a la iglesia como hasta ahora». Es posible que estas tareas se lleven a cargo desde el Monasterio de la Real, el más próximo al Convent, aunque este aspecto todavía no se ha confirmado. En los últimos años, numerosos religiosos y religiosas se han visto obligados a abandonar los conventos de los pueblos.
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