La consellera d'Interior, María Àngeles Leciñena, se reunió ayer con una delegación del Ajuntament de Manacor, encabezada por el alcalde, Antoni Pastor, para estudiar la implantación en el municipio del Pla de Socorrisme Aquàtic que actualmente se encuentra en fase de pruebas en Artà.
Al acabar la reunión, tanto el alcalde como la consellera se mostraron de acuerdo en que el litoral manacorí necesita más vigilancia. Además, los dos aseguraron que harán todo lo posible «para que el año que viene el plan de vigilancia sea una realidad».
El Pla de Socorrisme Aquàtic es una iniciativa que permitirá ampliar los vehículos de salvamento y los socorristas en las ocho calas vírgenes del litoral de Manacor situadas entre s'Estany den Mas y Cales de Mallorca.
Se trata de habilitar embarcaciones y motos acuáticas que, con un patrón y un socorrista a bordo, seguirán itinerarios programados.
Según Leciñena, «la riqueza de las playas vírgenes es un atractivo que la gente ha aprendido a valorar i disfrutar». Precisamente, este aumento de bañistas en las calas vírgenes «justifica la necesidad de dotar a las calas de Manacor de un servicio de emergencias», afirmó Joan Gomila, delegado de Turisme i Policia de la zona costera del municipio.
Haciendo referencia a los caminos de acceso a algunas de las playas que se verán afectadas por el futuro plan de emergencias y que los propietarios de algunas fincas mantienen cerrados, la consellera advirtió que «la prioridad son las emergencias, si las circunstancias demandan una ambulancia no tenemos que movilizar un helicóptero porque sí».
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