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JOAN RIERA El Ajuntament de Calvià contrató dos empresas de Miquel Pons Morro, presidente de la junta local del PP de Campanet y cabeza de lista a las pasadas municipales, por valor de 385.000 euros entre en el 2005 y 2008. Pons Morro dio la sorpresa en el congreso del PP del mes pasado formando parte de la lista de Carlos Delgado. Nadie se lo explicaba, ya que Pons es un catalanoparlante populista, en la línea política de Pere Rotger y Jaume Font.

De hecho, justo antes del congreso, algún dirigente del partido le pidió a Pons Morro, que no es precisamente Emilio Castelar cuando habla el castellano, «què puyetes fas donant suport a Delgado». Pons Morro contestó que tenía «razones» para no dejar de lado a Delgado. Ahora se han sabido estas razones: dos empresas suyas. Una de ellas, Treballs Agroforestals Insulars SL, cobró del Ajuntament de Calvià un total de 332.180'92 euros entre mayo del 2005 y abril del 2008.

La otra -Projectes, Obres y Nous Serveis SL- cobró 52.809 en dos facturas entre junio del 2007 y mayo del 2008, poco antes del congreso. Estas dos empresas están representadas ante el Ajuntament por Miquel Pons Morro.

Treballs Agroforestals Insulars SL ha hecho muchos trabajos para el Ajuntament de Calvià en los últimos años, como la limpieza de la playa Cap Falcó, plantación de romaní, transporte de leña, retirada de residuos de un vertedero, poda de las palmeras de la playa de Son Maties y diversos trabajos de jardinería. Por estos servicios, Pons Morro ha cobrado más de 300.000 euros. También se incluyen tareas de cierre de la finca de Galatzó, así como diversos trabajos de limpieza de zonas verdes.

Una de las facturas que más llama la atención es la entregada a favor de Projectes, Obres i Nous Servicis SL con fecha de 14 de mayo del 2007. Por el acondicionamento de zonas verdes municipales en la zona del Toro, Pons Morro se embolsó un total de 27.318 euros.

Justo después de todos estos trabajos, Pons Morro dejó de lado afinidades y dio apoyo a Carlos Delgado en el congreso del mes pasado, a pesar del peligro de disensión que suponía que el presidente de Campanet apoyara el ala más derechista del PP.