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ANTONI POL Dos de los cuatro pozos municipales de agua que abastece Santa Maria presentan una concentración excesiva de nitratos que desaconseja su consumo, por lo que han dejado de ser operativos. Esto ha obligado al Ajuntament a comprar agua a Emaya para evitar posibles cortes.

Los dos pozos contaminados son los de Can Borreó y Can Pere Peu, situados al norte del término municipal. Los análisis realizados en el agua dictaminaron que la concentración de nitratos por litro de agua excedía la cantidad permitida por las autoridades sanitarias. Al detectarse el problema, en enero pasado en el de Can Borreó y en mayo en de Can Pere Peu, el Consistorio ordenó el cierre de los dos pozos.

Las causas de su contaminación, según explicó la alcaldesa de Santa Maria, Rosa Vich, «se desconocen. Los pozos están en terreno rústico y las filtraciones podrían deberse a motivos agrícolas o a otros relacionados con purinos». Estos pozos, que ya habían estado afectados en los años ochenta, podrían recuperarse.

Con la finalidad de descartar posibles cortes del suministro durante el verano, que es la época del año en qué más se consume, el Ajuntament decidió comprar agua a Emaya, aprovechando una conexión ya existente de la red local de Santa Maria con la de la empresa pública palmesana. Esta conexión, al haber estado durante años en desuso, apuntó Rosa Vich, «requirió una puesta a punto de la maquinaria, pero no nos ha llevado ningún problema». Anteriormente, el Ajuntament de Santa Maria ya había comprado agua a Emaya. Asimismo, la alcaldesa de Santa Maria explicó que sólo unos pocos vecinos de una parte del pueblo «tuvieron suministro de agua no potable, pero sólo fue durante siete días y, en todo momento, estuvieron advertidos de la situación por parte del Ajuntament. Su salud no ha estado en peligro». El precio que paga el Consistorio a Emaya por el agua es «notablemente superior al coste que generan los pozos propios», reconoció la alcaldesa de Santa Maria. Sin embargo, «esto no ha repercutido en la factura y los ciudadanos siguen pagando lo mismo que antes. «No nos planteamos subir las tasas», manifestó Rosa Vich.

Por otra parte, el Ajuntament ha solicitado a la Conselleria de Medi Ambient la conexión de la red municipal con la tubería que en un futuro llevará agua del acuífero de sa Marineta, en Llubí, hasta el de s'Estremera, en Bunyola. La conducción, que el Govern todavía está construyendo, entra a Santa Maria por el Camí Vell de Muro y atraviesa todo el término municipal.