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MARGALIDA BONNÍN La reforma y la ampliación de la Casa Consistorial de Campos duplicará la superficie que actualmente se dedica a la prestación de servicios administrativos. El presupuesto de licitación de las obras es de 389.000 euros, un dinero que también se dedicará a la construcción de un ascensor que unirá las diferentes plantas del edificio y a la supresión de las barreras arquitectónicas.

En lo referente a la ampliación de la superficie de este edificio que ocupa el número 1 de la plaza Major, se convertirán en dependencias municipales el piso y el garaje situados en la parte posterior del edificio. La entrada principal para servicios administrativos, además, se cambiará de sitio. Así, si hasta ahora se accedía al edificio desde la planta baja porticada que da a la plaza, al finalizar las obras se entrará por la parte de atrás, donde ahora está el garaje. Este cambio de ubicación se debe a que no está permitido hacer obras en la entrada actual al edificio, ya que está catalogada como patrimonio cultural.

Además de aumentar la superficie, el objetivo de esta reforma es eliminar las barreras arquitectónicas. Para este fin, se construirá un ascensor que una todas las plantas del edificio, mediante el cual se podrá acceder a todas las zonas de oficinas.

Esta medida se presenta como la más urgente, ya que este edificio, que fue construido en el 1580, no está adaptado para las personas con algún tipo de discapacidad física. Hasta ahora, «si una persona mayor o impedida tenía que ir, por ejemplo, a Urbanismo, que está en el segundo piso, no podía subir», argumenta Guillem Ginard, alcalde de la localidad. Es por eso que la parte vieja del Ajuntament también se hará accesible mediante rampas y un ascensor.

El arquitecto Bartomeu Bauzà ha sido el encargado de redactar este proyecto que se financiará en un 60 por ciento por el Consell de Mallorca y en un 40 por ciento por el Ajuntament. El proceso de adjudicación de las obras ya ha empezado y se prevé que estas se inicien el próximo otoño, con un plazo de ejecución de ocho meses. La segunda fase, que afectaría a la zona antigua, se dejará para más adelante.