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Durante la última semana, los vecinos de Capdepera y Son Servera han celebrado el 150 aniversario de la división de sus términos municipales respecto al territorio de Artà. Por eso, los alcaldes de los tres municipios inauguraron un monolito en el Coll dels Vidriers, el punto donde convergen los tres municipios.

La constitución de Cádiz de 1812, la primera de carácter democrático que estuvo vigente en España, abrió la puerta a la creación de nuevos ayuntamientos. Y es que según dicha Constitución, los núcleos de población con más de 1.000 habitantes tenían que convertirse en municipios independientes.

Como Capdepera cumplía con el requisito, en 1813, el pueblo estableció su primer Ajuntament. Pero esta primera etapa de gobierno municipal duró poco porque, en 1823, el ejército francés que apoyaba el absolutismo borbónico, volvió a instaurar un único poder en todo el estado: el poder del rey.

Pero en 1837, la democracia se instauró de nuevo y las Cortes de Madrid elaboraron un nuevo mapa general para la Administración del Estado y también una nueva división territorial para todo el país.

Es en ese momento en que los nuevos consistorios de Capdepera y Son Servera se sientan con el de Artà para negociar lo que a partir de entonces tenía que ser territorio de cada uno. Tanto Capdepera como Son Servera y Artà intentaron dibujar unos términos municipales que garantizasen una verdadera independencia económica: tierras de calidad, zonas costeras, puntos de agua potable...