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«Si se impide la construcción del hotel y del campo de golf, pondremos los recursos que hagan falta y reclamaremos el regreso de todo el dinero adelantado al Ajuntament de Campos (100 millones de las antiguas pesetas) y los terrenos que cedimos para la construcción de la depuradora», con estas palabras se expresa Pau Bonet, gerente de la empresa Golf de Son Baco SA, quien en el 1991 adquirió a Falcon Ranch, los terrenos y el proyecto.

«El interés general no puede haber caducado de ninguna de las maneras, al pasado mes de junio el actual Govern, su conselleria de Turisme nos autorizó las 328 plazas para un aparthotel de cinco estrellas con 144 habitaciones. El mes de junio», dice Bonet quien añade «tenemos todos los permisos de agua, el de impacto ambiental, hicimos todo lo que nos marcó la Comissió Balear de Medi Ambient y la Comissió Insular d'Urbanisme, ahora instar a la caducidad del interés general puede ser nefasto para los intereses de Campos y la Colonia». «Se han dicho muchas cosas pero los papeles sólo son unos.

He leído que la presidenta Armengol dice que la oferta de campos de golf no responde a las necesidades de Mallorca, y yo me pregunto, ¿no interesa el turismo de golf?, ¿no interesa desestacionalizar?, ¿qué otras alternativas tiene la isla? Hace falta apostar por turismo de calidad, e innovar». Con todo, la construcción de este complejo deportivo y hotelero según las cifra que maneja la empresa supondrían unos 185 puestos de trabajo durante todo el año y unos 68 lugares de trabajo indirectos y Bonet asegura que la finalidad de la emprendida es que las obras sean realizadas por empresarios de Campos o de la comarca.

La empresa ve cómo últimamente las acciones del Consell se contradicen con la legislación «de manera muy clara», y también van en este sentido «las declaraciones del conseller de Turisme y las actuaciones del Govern. Me gustaría que el Govern definiera cuál es su modelo turístico, sol y playa, o si en realidad tiene cabida el turismo deportivo», asegura Pau Bonet.

Bonet también ha elaborado una estimación de los proyectos rechazados que se debían llevar a cabo en Campos y que a su parecer han supuesto una pérdida del entorno de 670 millones de euros para el municipio de Campos.