Las casetas de Capellans, situadas a pocos metros del límite físico entre Muro y Can Picafort, sufrieron ayer importantes inundaciones.
La imagen de las casas completamente anegadas de agua se ha convertido en algo habitual desde que hace dos años el departamento insular de Carreteras ejecutara una modificación de las conducciones que pasan bajo la rotonda de la carretera de Artà, en el límite entre ambos términos municipales.
El Ajuntament de Muro apunta directamente al vecino Ajuntament de Santa Margalida y asegura que el exceso de caudal que reciben en la zona es consecuencia de la falta de drenaje en Can Picafort.
No obstante, el alcalde de Muro, Jaume Perelló (UM), explica que para minimizar el problema está previsto desatascar una de las conducciones que pasa bajo la rotonda, mientras esperan que Santa Margalida ejecute una actuación de drenaje más exhaustiva en Can Picafort.
Los responsables políticos de Can Picafort tienen una explicación muy distinta de las actuaciones y aseguran que su proyecto de drenaje, que persigue evitar las inundaciones en los alrededores del hotel Vista Palace, dentro del término de Can Picafort, nada tiene que ver con el problema de Capellans por lo que no será una solución a dicho asunto. Según el regidor de obras de Can Picafort, Pedro Mas, el problema tiene su origen en al actuación que hizo carreteras en la rotonda, por lo que es exclusivamente competencia del Consell Insular.
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