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Tras seis años de reivindicaciones, el Instituto de Llorenç Garcias i Font d'Artà estrena un edificio nuevo que permitirá a los casi 700 alumnos y 80 profesores tener unos espacios más amplios para poder impartir bachillerato y formación profesional con todas las garantías.

Ayer se inauguraron de manera oficial las nuevas dependencias, que han supuesto una inversión de 1'3 millones de euros por parte del Govern balear. Fue un acto multitudinario que contó con la presencia del president del Govern, Francesc Antich, la consellera de Educació, Barbara Galmés, el alcalde de Artà, Rafel Gili, entre otras autoridades y representantes de profesores, padres y alumnos.

«No ha sido un camino de rosas pero al final el resultado ha sido satisfactorio», así se expresaba el director del Instituto, Jaume Alzina que explicó que desde el año 2002 se reivindicaba la necesidad de esta ampliación.

Las obras han supuesto un edificio nuevo, que consta de planta baja y piso que se conecta con el inmueble principal. La ampliación permite poder disfrutar de espacios más amplios y de unas dependencias libres de barreras arquitectónicas.

El centro cuenta ahora con 10 nuevas aulas, seis de las cuales se han destinado a los estudios de bachillerato y otras dos aulas-taller para los ciclos de formación profesional. Las dos restantes se han habilitado como espacio para audiovisuales y otra se emplea como aula taller de plástica.

Antich enmarcó estas obras en la voluntad del Govern de dotar a la Comunidad de una red de equipamientos moderna y adaptada a las necesidades educativas.