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El Ajuntament de Pollença está redactando, a petición de los propios vecinos, un plan de inversiones para renovar la urbanización de Gotmar dotándola de un sistema de drenaje y recogida de aguas pluviales que evite de una vez por todas las inundaciones de los bajos en época de lluvias.

El ingeniero municipal trabaja en la redacción del proyecto a petición de los propios vecinos pero aún faltará consensuar una fórmula de financiación de las obras, cuyo coste será muy elevado, según avanza el alcalde, Joan Cerdà.

La de Gotmar es una de las urbanizaciones más lujosas de Pollença de gran extensión pero con una densidad de población baja.
La Asociación de vecinos de Gotmar, creada hace aproximadamente un año, es una de las más combativas del municipio. Presidida por el dentista, Gari Bonsal, pretende importar a Mallorca los modelos de las asociaciones vecinales de los países del norte y del centro de Europa.

Bonsal llegó incluso hace unos meses a presentarse ante la policía local para denunciar al alcalde, Joan Cerdà, porque entiende que al peatonalizar la primera línea del Moll sin consultar a sus socios, incumple una normativa comunitaria.

Precisamente la peatonalización de la primera línea, que incrementa el tráfico rodado en las inmediaciones de Gotmar ha incrementado aún más las quejas de los vecinos que exigen un mejor mantenimiento de las calles, una mejora de la limpieza y una mayor vigilancia de las promociones que se construyen en la zona.

Entre las iniciativas impulsadas por Bonsal, están la creación de unos premios con los que incentivar a los vecinos que realicen labores de embellecimiento en las zonas comunes de Gotmar, una iniciativa con la que quieren paliar «la falta de iniciativas públicas en este sentido», dice Gari Bonsal.