Imagen de la histórica empresa balear en la localidad de Binissalem.

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Buades dice que el Ajuntament de Binissalem incumplió el convenio firmado el año 2005 en el que se acordó el traslado de la empresa de grifería al nuevo polígono industrial del municipio. En este sentido, fuentes de la empresa aseguran que han solicitado en varias ocasiones información al consistorio binissalemer sobre el citado traslado, la última vez el pasado mes de diciembre, sin haber obtenido respuesta en ninguna de ellas. No obstante, aclaran que el cierre de Buades S.A. se debe al «hundimiento del sector de la construcción» y a que la empresa tiene 44 millones de euros de deuda financiera. En este sentido, el portavoz de la empresa de grifería, Miguel Robledo, argumenta que la fábrica de Binissalem ha tenido pérdidas en 13 de los ejercicios comprendidos entre 1989 y 2008.

Sin embargo, el alcalde de Binissalem, Jeroni Salom, desmiente que el Ajuntament haya incumplido ningún convenio, ya que asegura que se trata de un «convenio de intenciones, que no obliga a nadie». No obstante, reconoce que la empresa sí ha solicitado al consistorio información sobre el estado del polígono. En este sentido, critica que «mientras se estaba tramitando el cierre de la empresa enviaron una carta para saber en qué situación se encuentran los terrenos».

Salom explica que el traslado al nuevo polígono no ha comenzado porque están pendientes de su adaptación al Plan Territorial de Mallorca. El primer edil recalca que se tendría que firmar un convenio con la empresa, una vez que ésta se trasladase al polígono.

Por el contrario, el ex alcalde Miquel Nadal y la empresa aseguran que el convenio firmado en el año 2005 no era una declaración de intenciones, sino de obligado cumplimientos en el caso de que Buades se trasladase al polígono donde el consistorio le tiene reservado 24.000 metros cuadrados. Cabe recordar que el citado traslado estaba motivado por las quejas de los vecinos. Además de las reserva de terrenos, el convenio recoge que la empresa asumiría el coste del traslado, valorado en 11,5 millones de euros. A cambio el Ajuntament se comprometía a recalificar como suelo urbano los actuales terrenos de la fábrica, para compensar los gastos del traslado con la venta del solar.

En relación a esto, el presidente del comité de empresa de Buades, Bernat Font, señala que temen que «pueda haber alguna cuestión urbanística» en el anuncio del cierre de la fábrica. De este modo, expone la sorpresa de los trabajadores por el cierre de la fábrica, ya que pensaban que la empresa realizaría un expediente de regulación de empleo que afectase a 30 ó 40 trabajadores de los 173 de Buades S.A. Los trabajadores sospechan que se podría negociar el cierre de la empresa a cambio de la recalificación de terrenos, prevista en el convenio de 2005. Desde la empresa manifiestan que «todo se pondrá sobre la mesa» cuando comiencen las negociaciones, aunque aseguran que la recalificación de terrenos no garantiza la viabilidad de Buades. Así, la recalificación supondría unos beneficios de 8 millones de euros, mientras que a los 44 millones de deuda de Buades hay que añadir que en 2009 se prevén unas pérdidas de 7 millones de euros.