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Las obras que se están llevando a cabo en el pabellón de sa Creu de Inca van a buen ritmo y terminarán antes de lo previsto, según el alcalde de Inca. Desde el pasado mes de abril se está realizando una reforma integral del recinto deportivo cuyas instalaciones estaban obsoletas y se prevé que terminen a finales del mes de octubre o a principios de noviembre. La remodelación del centro cuenta con un presupuesto de 760.000 euros, de los cuales sólo se prevé utilizar unos 723.000. Durante la mañana de ayer el alcalde, Pere Rotger, y el regidor d'Esports d'Inca, Felip Jerez, visitaron el estado actual de las mismas.

De la antigua construcción sólo se han mantenido los pilares de la instalación, que han ejecutado la tarea de soporte. Tanto la cubierta como la parte exterior del pabellón serán totalmente reformadas. También se ha renovado el pavimento de la pista de baloncesto y se redistribuirá su funcionamiento: tres pistas transversales para baloncesto y una longitudinal que abarcará diferentes disciplinas. A partir de ahora habrá cuatro vestuarios públicos, uno para árbitros, unas oficinas privadas, unos almacenes privados, baños y cafetería. Una de las principales novedades es la incorporación de unas gradas móviles y de un ascensor que mejorará la accesibilidad al recinto. Pere Rotger destacó la apuesta del Ajuntament por acercar el nuevo pabellón a los inquers. «Cambiaremos la ubicación de la entrada al recinto, colocándola en la cara más próxima a la ciudad y se habilitará una parte del aparcamiento para uso público dada la proximidad del Hospital Comarcal», explicó.