TW
0
BERNAT RAMIS Karin, una de las águilas pescadoras que fueron capturadas y marcadas en la Albufera de Mallorca el pasado febrero, ha vuelto a la Isla después de su viaje por Europa.

Este ejemplar es uno de los cuatro que este año, gracias a la ayuda de Obra Social de Caja Madrid, han sido equipados por el GOB con emisores de seguimiento por satélite, para controlar sus movimientos, identificar zonas importantes para su supervivencia y localizar zonas problemáticas.

A Karin le colocaron el emisor y una anilla de lectura a distancia. El emisor, que se alimenta con energía solar, recoge posiciones GPS cada hora del día y las remite al sistema de satélites Argos que procesa los datos y los pone a disposición del GOB.

El dispositivo va colocado sobre la espalda del águila con un arnés diseñado de forma que se degrade y se desprenda en un par de años.
Karin salió de la Isla el 6 de marzo y empezó su viaje hasta Suecia, haciendo una parada de 13 días en Francia y atravesando Alemania.
Desde principios de abril estuvo dedicada a su reproducción en el lago Vanern situado en Suecia. Una vez que Karin consideró que sus polluelos ya podían valerse por sí mismos, inició el retorno hacia su residencia de invierno.

Durante el próximo otoño e invierno convivirá con las otras águilas pescadoras mallorquinas, que utilizan las zonas húmedas para alimentarse.
El águila pescadora es una de las especies animales más amenazada de las Illes. En Baleares solo se cuentan con una quincena de parejas, de las cuales nueve o diez se encuentran en Mallorca.