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La Asociación Pro Ayuda a los Discapacitados de Pollença (Prodis) dio inicio ayer a las obras de reforma de su sede social, situada en la calle Sant Josep, un proyecto subvencionado por la Conselleria d'Obres Públiques que deja la puerta abierta a la creación de la primera residencia exclusivamente para usuarios discapacitados del municipio, un proyecto que se contempla a largo plazo a falta de un plan de financiación.

Prodis es hoy por hoy un referente en la comarca. Constituida en noviembre de 1992, cuenta con 110 socios numerarios y da cobertuna a una treintena de personas discapacitadas ofreciéndoles la posibilidad de participar en talleres concertados de barro y cordaje de sillas, en programas específicos de ocio los fines de semana y también, a partir de ahora, en el nuevo centro especial de empleo que dará trabajo a 6 usuarios de los que dos ya han sido contratados como bedeles en las escuelas del municipio y otros cuatro regentarán el bar de la plaza Joan Cerdà del Moll.

Prodis, que nació de la necesidad de los padres de discapacitados de Pollença para tener una atención especial para sus hijos cuando cumplían la mayoría de edad, ofrece actualmente un servicio comarcal con usuarios procedentes de Pollença, Alcúdia, Campanet y Sa Pobla.

«Nuestra idea es expandir el actual servicio», explicó ayer su presidente, Miquel Caimari.
La asociación adquirió en 2005 el casal que ahora ocupa con la intención de reformarlo y constituir en él una residencia para discapacitados.