Imagen de archivo del accidente registrado el pasado 19 de mayo. | Teresa Ayuga

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El muro que provocó el descarrilamiento del tren el pasado 19 de mayo doscientos metros antes de Sineu y que causó 48 heridos, presentaba defectos de ejecución, según el informe preliminar elaborado por el ingeniero Antoni Cladera Bohigas, profesor de la UIB. En el momento de su construcción en 2003 -gobernaba el Pacte de Progrés-, se produjo un deslizamiento de tierra entre la base y el muro que afectó al encofrado. Ni la armadura era la idónea ni el drenaje suficiente para la correcta funcionalidad del muro y las obras posteriores, que se desarrollaron en 2004 cuando accedió al Govern el PP, no sirvieron para solventar estos problemas. Se llevó a cabo un recrecimiento sobre los muros existentes sin reforzarlos.
Anomalía
Estos fueron los primeros datos que aportó ayer el conseller de Medi Ambient y Mobilitat, Gabriel Vicens, en una comparecencia voluntaria ayer tarde en el Parlament. Lo peor, según apuntan estos informes, es la imposibilidad de detectar esta anomalía en los muros adyacentes -unos 400 metros-, es decir, podría pasar exactamente lo mismo que con el muro de 12 metros que provocó el accidente.
Esta situación ha obligado a Serveis Ferroviaris de Mallorca a licitar los servicios de una consultoría para verificar la seguridad del corredor de la línea de s'Enllaç a Manacor por un importe de 191.227 euros y un plazo máximo de ejecución de dos meses. «Determinará los posibles riesgos, los tipificará y aportará las soluciones a llevar a cabo», afirmó Vicens, quien no dio fechas para la reapertura de la línea que ahora sólo llega hasta Sineu.
uy crítica fue Mabel Cabrer, portavoz del PP, quien reprochó al conseller Vicens que «ante el mayor accidente ferroviario se lave las manos como Poncio Pilatos» y «esconda información».
Advertencia
Subrayó que el PP ya había advertido deficiencias en el puente de Petra ante lo que cabía una revisión de la línea.
Cabrer detalló los modificados y complementarios que se produjeron durante la ejecución entre los años 2000 y 2003, y denunció que Pere Sintes, jefe de proyectos de SFM, firmara algunos concernientes a los muros como ingeniero cuando no lo es. Informes posteriores pusieron de manifiesto que los «muros eran un despropósito». Sintes, además, dijo Cabrer, participa en los consejos de administración como personal de confianza, cosa que negó tajantemente el conseller de Mobilitat.
La portavoz del PP, que criticó que desde el principio se le quisiera responsabilizar del suceso, dijo que la supervisión de los muros se produjo días después de la inauguración en 2003 y no antes. Preguntó finalmente si habrá dimisiones. Y la respuesta fue que no. «Si se demuestran responsabilidades, ya se verá», afirmó el conseller del Bloc.