Dos de los chalets ilegales de Llucalcari han sido demolidos. | Redacción Brisas

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El Consell de Mallorca ha dado por finalizada la primera fase de las demoliciones de Llucalcari y ya no hay rastro de los dos primeros chalets derribados por orden judicial tras un litigio de casi un cuarto de siglo.
Los bancales que hasta hace pocos meses ocupaban dos viviendas de lujo situadas en un lugar privilegiado de la Serra de Tramuntana, ahora están completamente planas y limpias, rellenadas con tierra vegetal y «resembradas» con una exigua vegetación aportada por la Conselleria de Medi Ambient: pinos, acebuches y lentiscos. Sólo unos marges de más calidad de lo esperado en un lugar como este y restos de la vegetación de los antiguos jardines, permiten intuir que allí, antes, había algún tipo de actividad no agrícola, la única que se podrá desarrollar a partir de ahora en estos terrenos.
La consellera de Territorio del Consell en funciones, María Luisa Dubón, destacó que «la demolición, aunque se ha tenido que hacer prácticamente a mano, se ha ejecutado en el plazo estipulado de cinco meses y se reaprovechado casi todo para poder restituir en esta misma fase el entorno».
En cuanto a las dos casas que todavía están en pie, Dubón afirmó que «el Consell ha habilitado los mecanismos para que el proceso no se detenga aunque evidentemente esto lo tendrá que hacer el próximo equipo de Gobierno».
Por su parte, Crespí se mostró convencido de que «dentro de un año el proceso quedará completamente culminado». Recordó que las parcelas donde estaban las casas «evidentemente pertenecen a sus propietarios pero son rústicas y totalmente inedificables ya que son de 15.000 metros cuadrados y la zona está totalmente protegida».
Camino
En cuanto al camino que desciende hasta donde había las casas, también afectado por la sentencia, se mostró tajante: «Evidentemente el camino debe desaparecer ya que ahora sólo faltaría que los que querían este paraje completamente virgen quisieran hacer uso de él para ir ellos a la playa».