A semejanza de las fiestas de los pueblos de Menorca, en ses Salines los caballos con sus jinetes también realizan el famoso jaleo entre otros juegos como en de las anillas. | Nuria Rincón

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El jolgorio de la Festa del Cavall de ses Salines volvió a llenar las calles del pueblo de caballos y de miles de personas con ganas de diversión. Tras 15 años de tradición, esta fiesta, organizada por la asociación Quart Creixent con la colaboración de la Agrupació Cavallista de ses Salines, se ha consolidado y es uno de los actos de referencia de las fiestas patronales de Sant Bartomeu.

Como ya es habitual, a las 19:30 horas de ayer y ante el número 27 de la Avinguda de Francesc de Borja Moll se inició el primer toc de flabiol que da el ‘sus' a la fiesta para seguidamente comenzar el replec de los jinetes que participarán de este ya tradicional acto.

En el marco de la plaza de Sant Bartomeu se celebraron todos los juegos y en los que el público pudo participar sobre todo en el momento del jaleo. No faltaron las carreras de anelles, entre otras actividades.

Participación

De hecho, los momentos más emocionantes son las carreras y más participativos tienen lugar durante el jaleo donde el público puede tocar a los caballos, mientras éstos realizan grandes saltos. Durante toda la tarde no faltó la pomada que dio fuerza y refrescó a los participantes.

Así, durante varias horas centenares de personas disfrutaron de una agradable jornada festiva en torno al caballo que tiene mucha afición entre los vecinos del municipio.

Hay que destacar que al cierre de esta edición no se tuvo que lamentar ni un solo incidente destacable, gracias a las medidas de seguridad adoptadas por parte del Ajuntament de ses Salines, la organización del acto, la Policía Local y los voluntarios de Protecció Civil.

De hecho, desde 2007, año en que una mujer sufrió un accidente al toparse con un caballo, no ha habido más sucesos al respecto. Accidente que costará a las arcas municipales casi 174.000 euros como indemnización.

Así, la fiesta acabó, tras la retirada de los caballos, con la actuación de un Dj en la plaza de Sant Bartomeu con mucha afluencia de público.